viernes, 17 de noviembre de 2017

ARGENTINA NUNCA TUVO OBISPOS SANTOS Y MUCHO MENOS INTELIGENTES



Por: Fray Rabieta
“ ... conozco un solo género de tipos que se ponen locos con los cristianos, que se enojan de veras con los cristianos, que los persiguen, los castigan, con los que se niegan a dialogar y con los que prueban toda clase de iniquidades para acallarlos, aliándose con el mismísimo Satanás si a mano viene, con tal de terminar con ellos…
Por supuesto que me refiero a los cristianos de verdad, ¿no? No vayan a creer que ustedes corran algún riesgo de eso… ja, ja … ustedes que son tan tolerantes, tan dispuestos al diálogo, a la construcción de consensos, tan amantes de la democracia, el pluralismo, la desacralización y el relativismo, no corren ningún peligro… No, mis estúpidos zascandiles, quédense tranquilos, el mundo los ama y nadie los va a molestar. (¿El mundo los ama?, ¿Cómo a Juan XXIII? ¡Están perdidos!).
Ni siquiera la raza esta que tengo en mente, la raza más perversa que haya existido jamás y de la que quiero hablarles hoy, os molestará. Paz, haiga paz. Quédense así con ese cristianismo de tango que tanto los consuela y no corren el menor riesgo. Ni siquiera estos tipos de los que quiero hablarles hoy, la gente más mala “del mundo, los va a incomodar.
¿Quiénes son, a quiénes me refiero?
Es fácil: A NUESTROS OBISPOS, los pastores de báculo, mitra, títulos y púrpura que odian, con odio satánico, a los cristianos dendeveras. Y a pesar de su plena investidura sacerdotal, a pesar de los vestiditos colorados que refieren a la sangre derramada de los sucesores apostólicos, a pesar de ser pastores puestos por el mismo Dios para custodia del rebaño, son, y así se muestran continuamente, mercenarios. Por supuesto que no todos, desde ya que hay excepciones. Pero son contadas. La mayoría de los obispos que conocemos pertenecen a esta raza mercenaria, diabólica, más sucesores de Judas que de los demás Apóstoles.”

Y QUIEREN SER OBISPOS ...!

miércoles, 15 de noviembre de 2017

LOS ARGENTINOS CAMINAMOS POR UNA CORNISA, DONDE EL PRECIPICIO ES LA MUERTE. INGLATERRA ES QUIEN PLANIFICA LAS ESTRATEGIAS DE LA DISOLUCIÓN NACIONAL. EL NIETO DE CHURCHILL DIJO: A LA ARGENTINA HAY QUE DARLE UN ESCARMIENTO Y REVOLCARLA EN EL FANGO DE LA HUMILLACIÓN.


Por. Juan Rosi


Nosotros fuimos capaz de derrotar en forma total al terrorismo mediante la vía militar, en Malvinas se le propinó una paliza a los ingleses que estuvieron a punto de volverse a Londres derrotados. Lamentablemente, la dirigencia política y una parte importante de nuestro pueblo, fue cómplice y hoy lo sigue siendo, cuando se realiza una feroz campaña contra las Instituciones fundamentales de la República, es decir las FF.AA., FF.SS. y FF.PP. Los DDHH son el brazo ideológico de ablandamiento de nuestro pueblo para favorecer a los terroristas, como el garantismo jurídico la aniquilación del estado de derecho para imponer un abolicionismo disolvente y de esa manera dejar al pueblo argentino indemne frente a lo que hoy denominamos INSEGURIDAD, que es parte de una nueva guerra, cuya filosofía es el NIHILISMO y muchos argentinos fueron preparados mediante esas doctrinas, para ser soldados de la nada, esos argentinos no tienen expectativa de nada, solo viven el ahora, vaciados de todo contenido, su vida no les importa y la del otro menos, no vale nada, por eso matan sin importarles nada, absolutamente nada. Para lograr ese hombre, tuvieron que formar una sociedad marginal, donde ese hombre marginal estructural solo reconoce el odio, no se controla a si mismo, las drogas lo maneja, es decir la pulsión es la palanca de su existir, fueron modificando todo, fundamentalmente "la palabra", entonces de esa manera cambiaron los conceptos y con ello los estilos de vida. Trabajar para esa gente es ir a robar, ¡ES DECIR TODO HA SIDO SUBVERTIDO! Este gobierno continúa profundizando lo que se llama la "brecha", nada ha hecho ni nada hará. Sobrevendrán días difíciles, porque esto no es un cambio económico, sino que es un cambio cultural, donde lo económico es una parte mas de la mediatizada vida de los argentinos.

sábado, 11 de noviembre de 2017

SAN MARTÍN DE TOURS, PATRÓN DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES


San Martín nació en Panonia, Hungría, el 316. Sus padres eran paganos. Estudia en Pavía, donde conoce el Cristianismo. Su padre, que era tribuno militar, para desviarle del cristianismo, le obliga a ingresar en el ejército. Martín concilia sus deberes militares con sus aspiraciones cristianas. Vida ejemplar de monje y soldado: valentía y vida santa y caritativa.
Siendo militar sucedió el hecho tan tratado en la iconografía. Era invierno, y al entrar en Amiens, encuentra un mendigo casi helado, sin ropa. Divide su clámide en dos partes y entrega una al pobre. Cristo se le aparece vestido con la media capa: «Martín, catecúmeno, me ha cubierto con este vestido».
Pronto recibe el bautismo. Deja la milicia para seguir a Cristo. San Hilario de Poitiers quiere ordenarle de diácono. Él se queda de exorcista. Vuelve a su patria, convierte a su madre. De nuevo en Poitiers, funda Ligugé, auténtico monasterio misional. Allí pasa once años, feliz en su ambiente, pues Martín fue «soldado por fuera, obispo a la fuerza, monje por gusto».
Sulpicio Severo escribió Cartas y Diálogos y sobre todo la Vida de San Martín. Pocos libros habrán sido más leídos que éste, que ha servido de fuente para llevar por todas partes -a través de cantares y poemas, representaciones teatrales, la pintura y la escultura- la imagen de este Santo «el más popular y conocido de toda Europa».
Un historiador ha contado en Francia 3.667 parroquias dedicadas a él y 487 pueblos que llevan su nombre. Un buen número hay también en Alemania, Italia y España. Es simpático el párrafo en que Don Quijote enseña a Sancho la imagen de San Martín y le explica el caso de la capa.
Martín vivía feliz en Ligugé. Pero Tours se había quedado sin obispo, y el 371 los cristianos de Tours se apoderan de él y le imponen el obispado a la fuerza. Establece cerca, para su humilde residencia, el monasterio de Marmoutiers, centro misionero de donde saldrán San Patricio y San Paulino de Nola. Desde allí parte para sus agotadoras correrías apostólicas, durante 35 años, por toda la Galia. Nada le retiene. Acusa a emperadores, reprime a los herejes, defiende a los débiles y a los condenados a muerte, realiza innumerables milagros, y entre ellos se le atribuye la resurrección de varios muertos. Su fama es indescriptible. Es llamado «el apóstol de las Galias» -nadie hizo tanto como él por Francia católica- y San Gregorio de Tours le invoca como «Patrón especial del mundo entero».
Tan intensos viajes apostólicos, tanta obra de caridad, hasta vaciarse totalmente, agotaron sus fuerzas físicas. Se veía morir. Sus discípulos le piden que no les deje huérfanos. Martín contestó: «Señor, si aún soy necesario, no rehúso el trabajo. Sólo quiero tu voluntad». La liturgia comenta: «¡Oh feliz varón, que ni temió morir, ni rehusó la vida».
Los discípulos querían colocarle más cómodo. «Dejadme así, les dijo, mirando al cielo, para dirigir mi alma en dirección hacia Dios». El demonio no dejaba de importunarle. «¿Qué haces ahí, gritó Martín, bestia sanguinaria? No hay nada en mí que te pertenezca, maldito. El seno de Abrahán me espera». Y entregó su alma a Dios. Era el 8 de noviembre del año 397.
Las reliquias de San Martín son veneradas en la cripta de la Basílica dedicada a el, en la ciudad francesa de Tours.